sexo-y-pareja-2059769w620

Redacción /El Nacional

Esta conducta suele ser muchas veces adictiva y nos impide generar acciones adultas y resolutivas de los conflictos que cotidianamente pueden aparecer en la vida de cualquier pareja. Cuando identifiques que en tu pareja está pasando esto, ¡cuidado!, porque es una actitud espantosamente equivocada.

Tan tóxica puede volverse la costumbre de intentar solucionar todo en la cama que el principal consejo sería abstenerse. Porque corres el riesgo de convertir esta práctica en un modus operandi de la pareja para tener intimidad sexual.

Empieza por ser honesta. No solo con vos misma, sino también con el otro. Intenta exponer blanco sobre negro los conflictos -antiguos y actuales- para resolverlos, o llegar a acuerdos en los desacuerdos, y aprender a convivir en un vínculo estrictamente democrático. La mejor reconciliación se logra con comunicación eficiente, honestidad y deseo de escuchar al otro.

Identifica qué sentimiento prima en el encuentro sexual. Cada vez que una pareja sana tiene sexo, hay una mezcla enorme de emociones y sensaciones. Es importante aprender a ocuparse de cada una de ellas e identificar cuando la relación se tiñe con cosas que se arrastran del día. De otro modo, la pareja entra en zona de peligro.

Cuenta hasta cinco antes de hablar. No digas lo primero que piensas; contén  el impulso de gritar o insultar, porque lo único que hace es avivar la violencia del momento. La mayoría de las veces, el grito se utiliza cuando faltan las auténticas razones. Si admitís frente al otro algo de responsabilidad en la discusión, se va a desarmar un poco y seguramente habrá una conducta recíproca. Entonces, los dos bajarán los decibles y todo se podrá aclarar en un ámbito mucho más cordial. Discutir no es malo si se hace bien.

Hace un paréntesis. Aunque sea difícil, pueden acordar poner el conflicto entre paréntesis por un rato y actuar sin sentimientos previos, para tener un encuentro sexual intenso, sentido y disfruta ble. Es importante que se lo expliques a él, porque para los varones es más fácil usar la sexualidad como descarga de tensiones. De hecho, hay quienes dicen que el sexo de reconciliación se disfruta más.

Pero tengamos en cuenta que sentir placer -y darlo- con quien te acabas de pelear es sumamente estresante y dañino. Revisemos estas conductas, para respetarse cada vez más.