Una reciente ley aprobada por el parlamento iraquí, que impone duras penas de prisión a personas homosexuales y transgénero, ha provocado una oleada de críticas tanto a nivel nacional como internacional.

El vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, expresó su preocupación en un comunicado, advirtiendo que la legislación amenaza a quienes son más vulnerables en la sociedad iraquí y podría restringir la libertad de expresión y discurso. Además, destacó que esta ley podría desalentar la inversión extranjera en el país, según indican coaliciones empresariales internacionales.

El secretario británico de Exteriores, David Cameron, calificó la ley como “peligrosa y preocupante”, mientras que diplomáticos y grupos de derechos humanos condenaron la legislación que atenta contra la comunidad LGBTQ+.

La nueva ley, aprobada como enmienda a la legislación existente contra la prostitución, establece penas de prisión de entre 10 y 15 años por relaciones entre personas del mismo sexo, así como penas de cárcel por recibir o practicar cirugías de confirmación de género y por “prácticas deliberadas de afeminamiento”. También prohíbe cualquier organización que promueva la “desviación sexual”.

Redacción/El Nacional