Redacción/El Nacional
La fuente anónima que filtró los 11.5 millones de documentos de los #PanamaPapers al diario alemán Suddesutsche Zeitung se identificó bajo el pseudónimo John Doe que traducido al español es Juan Pérez, así mismo reveló los motivos de sus actos.
“Mi punto de vista es totalmente mío así como lo fue mi decisión de compartir los documentos con el Suddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). No fue por ningún propósito política, sino simplemente porque entendí lo suficiente sobre sus contenidos para dimensionar la escala de las injusticas que describían”, detalló.
En su escrito titulado “La revolución será digital”, Doe aseguró que los Panama Papers son, un síntoma deslumbrador de que la fabrica moral de nuestra sociedad se enferma progresivamente y decae.
“La desigualdad económica fue uno de mis motivos, es uno de los temas definitorios de nuestros tiempos. Nos afecta a todos, en todo el mundo. El debate acerca de su acelerado incremento ha estado presente durante años y persisten las preguntas. Los Papeles de Panamá proveen una convincente respuesta a estas preguntas: la masiva, generalizada corrupción”, explicó.
El autor de la filtración aseguró estar dispuesto a colaborar con los gobiernos para investigar los delitos cometidos en la creación de complejas estructuras fiscales con la ayuda del despacho de abogados Mossack Fonseca.
“Decidí exponer Mossack Fonseca porque pensaba que sus fundadores, sus empleados deberían responder por su papel en estos delitos, de los cuales solo algunos han salido hasta ahora la luz, llevará años posiblemente décadas, para que se conozca la dimensión cabal de los actos sórdidos de la empresa”, añadió.
Por último, Doe señaló en el escrito de casi cuatro páginas que la próxima revolución será digital.
“Ahora vivimos en un tiempo de conexiones a internet rápidas, económicas y con almacenamiento digital ilimitado, que trascienden las fronteras nacionales. No cuestan mucho trabajo conectar los puntos: de inicio a fin, comenzando la distribución global de medos, la próxima revolución será digitalizada… o quizá ya comenzó”, concluyó Doe.
