Durante las corridas de toros personas a pie y caballo marean, hostigan, pinchan con estoques afilados y finalmente matan con una espada que no siempre asesta un golpe certero a un toro que termina con su sistema respiratorio perforado y su sistema nervioso cortado en medio de una larga agonía.
El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira defensor de la propuesta, dijo antes del debate parlamentario que “el espectáculo es denigrante, de barbarie, no es arte ni ciencia, es una barbaridad” y que “la mayor parte de los coahuilenses no están a favor de las corridas de toros”.
Coahuila es el tercer estado en México que prohíbe las corridas de toros, Sonora fue el primero en 2013 y un año después le siguió Guerrero.
La prohibición de las corridas de toros es, además de una tendencia en México, una dinámica internacional.
En 1991 las Islas Canarias y en 2010 la comunicad Autónoma de Cataluña, en España, prohibieron las corridas. Desde entonces 71 ciudades se han declarado ciudades anti taurinas en el país que dio origen a las corridas tal y como se entienden hoy en día. En otros países como Portugal se permiten las corridas pero no matar al animal.