Redacción/El Nacional
Las tres luces que actualmente regulan el tráfico urbano de todo el mundo se completaron cuando, en 1914, el oficial de policía norteamericano William Potts añadió el color ámbar, como etapa de transición entre movimiento y detención, en un semáforo de la ciudad de Cleveland.
El rojo y el verde ya habían sido incluidos en el considerado primer semáforo del mundo, instalado en Londres en1868 por el ingeniero John Peake Knight.
De hecho, esos colores ya se usaban en las vías ferroviarias debido a su intensidad y visibilidad.
Las luces automáticas verde y roja fueron una ocurrencia en 1912 de Lester Wire, un policía de Salt Lake City, y serían patentadas por William Ghiglieri e instaladas en la ciudad de San Francisco cinco años después.