El presidente Joe Biden ordenó a las instalaciones para detención a largo plazo de niños inmigrantes retirar las restricciones de cupo impuestas durante la pandemia de Covid-19 para que haya mayor espacio de camas.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) solicitó a los proveedores de servicios “aumentar temporalmente su capacidad a la máxima autorizada… mientras continúan aplicando y observando las estrictas medidas de mitigación de COVID-19”.
Se desconoce de momento cuántas camas estarán disponibles además de las 7.000 existentes el mes pasado. La capacidad máxima autorizada por el HHS rebasaba las 13.000 camas a finales del año pasado.
“Dada la naturaleza de la pandemia de COVID-19, no existe un escenario con 0% de riesgo, en particular en ambientes de congregación”, señala el memorando, del que CNN fue el primero en informar. “Por consiguiente, las instalaciones de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados deben tener planes listos y esperar casos de COVID-19”.
El HHS ha autorizado antes a los operadores de las instalaciones que cobren al gobierno gastos de viaje cuando un menor es entregado a un pariente u otro patrocinador. Algunas familias no pueden pagar fácilmente cientos de dólares para trasladar en avión a un menor y un tutor, y en ocasiones la disputa en torno a ese pago puede retrasar la liberación del menor por varios días.
Actualmente, los agentes detienen a unos 400 menores no acompañados por un padre o tutor cada día, un fuerte incremento respecto al mes pasado. Hay preocupación de que esas cifras continúen subiendo.
Biden puso fin a la práctica del gobierno del expresidente Donald Trump de expulsar a los niños que viajen solos con base en una declaratoria de salud pública decretada durante la pandemia, aunque su gobierno continúa deportando a familias y a adultos inmigrantes. Algunos exfuncionarios de Trump han acusado a Biden de alentar a los inmigrantes a que intenten ingresar ilegalmente en Estados Unidos, aunque los números registrados con Biden no alcanzan las cifras más altas del gobierno de Trump.
En los últimos días, Biden también ha sido criticado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, y por otros republicanos por la liberación de familias inmigrantes en el sur del estado. Las autoridades fronterizas suspendieron la expulsión de familias con hijos chicos de algunas ciudades texanas debido a un cambio de política en el estado mexicano de Tamaulipas. En varias ciudades, los gobiernos locales y grupos de activistas efectúan pruebas para detectar COVID-19 entre las familias que son liberadas y envían a quienes estén infectados a albergues o habitaciones de hotel preparadas específicamente para ellos.