El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, ha beneficiado en cuatro años de mandato a tres empresas fantasma, propiedad de quienes las autoridades identifican como sus prestanombres.
Las compañías vieron mejores utilidades a partir de 2017, con contratos de obra que no se realizaron, adjudicaciones que no se concluyeron y con la compraventa de una casa en Santa Fe en Ciudad de México, después de que llegó al gobierno estatal, del que se convirtieron en contratistas.
De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), en la solicitud de desafuero de la Fiscalía General de la República en poder de MILENIO contra el mandatario panista, Inmobiliaria RC Tamaulipas SA de CV y Barca de Reynosa SA de CV, propiedad de Baltazar Higinio Reséndez Cantú, y T Seis Doce SA de CV, cuyo accionista y apoderado es Juan Francisco Tamez Arellano, sirvieron para la “organización criminal” liderada por el gobernador para “echar a andar un esquema de lavado de activos”.
Lo anterior, pese a que ninguna de las tres firmas contaba con trabajadores inscritos en el IMSS, pero sí con declaraciones fiscales en ceros ante el SAT.