Durante las masacres que se han presentado en Estados Unidos aún con ellas, el presidente Donald Trump rechazó este martes la necesidad de abrir un debate sobre el control de la posesión de armas y dijo que con más restricciones las víctimas de los tiroteos “podrían haber sido cientos”.
El mandatario ignoró las preguntas sobre una modificación a la ley sobre las armas. En ese sentido argumentó: “El estado con más controles de armas es Chicago, y es un desastre”.
Después de la masacre, Trump y sus colaboradores dijeron que era inapropiado considerar cambios en políticas cuando las personas continuaban de luto. A pesar de que días después se insinuó cierta apertura a prohibir las culatas que permiten disparar de manera casi automática, la Casa Blanca no ha mostrado urgencia en ello.