El presidente de México, López Obrador, volvió a tocar el tema del avión presidencial y aseguró que la rifa es una realidad, aunque de entre las posibles opciones para deshacerse del avión, es la última.

La quinta, aunque no improbable opción, ya está en revisión para que pueda decidirse si será realizada. Como fecha límite para saber lo que pasará con el avión, se puso uno de los días mediados de febrero de 2020.

Hasta el momento, las opciones son venderlo a Estados Unidos a cambio de equipo para hospitales, venderlo a una sociedad de empresarios mexicanos, rentarlo a través de la Fuerza Aérea Mexicana, venderlo a un privado y, finalmente, rifarlo entre todos los mexicanos.

Al respecto, el secretario Jiménez Espriú fue cuestionado. Primero se le pidió su opinión cuando viajó a Oaxaca, pero aseguró que no estaba informado sobre la posibilidad de rifar la aeronave; sin embargo, aseguró que había opciones mucho más posibles.

En la mañanera desde Palacio Nacional, Ciudad de México, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte fue muy claro sobre la propuesta de ofrecer el avión al pueblo mexicano a través de una rifa.

“Yo ya le dije al señor presidente que compro dos boletos para la rifa”, dijo antes de dar por finalizada la mañanera.

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