En lo que va de la actual administración federal, diez representantes de gobiernos municipales han sido asesinados de forma violenta; la mayoría de los casos contra alcaldes y alcaldesas aún no han sido esclarecidos totalmente.
En poco más de dos años, los presidentes municipales han sido el blanco de violencia política. Con el homicidio de Leobardo Ramos Lázaro, alcalde de Chahuites, Oaxaca, suman seis hombres y cuatro mujeres que ocupaban dicho cargo y que fueron ejecutados.
De ese total, cuatro eran militantes del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuatro llegaron por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), uno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Leobardo Ramos Lázaro de Movimiento Ciudadano.