Pbro. Jorge de Siena.

Ayer, durante el arranque del Primer Foro Nacional “Spes Viva – Derechos de la infancia ante la pederastia clerical”, en Monterrey, el sacerdote Jorge de Siena, licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de México, manifestó su dolor ante el tema pederasta del cual fue testigo durante su época de seminarista.

“Me he preguntado: ¿Qué es más doloroso? ¿Ser abusado sexualmente por un sacerdote o ser testigo de los abusos sexuales de varios sacerdotes a varios compañeros desde los 12 años de edad en el seminario?”, dijo indignado ante decenas de laicos y sacerdotes que se dieron cita al evento organizado por la empresaria Cristina Sada Salinas.

De Siena, quien también es iniciador de la Fundación Pro Felicitas a favor de pueblos indígenas en pobreza extrema con mirada prioritaria en la niñez marginada, calificó de “malditos” a los sacerdotes que cometieron abusos sexuales a menores de edad, ante la imagen de Jesucristo.

“Me hace sufrir demasiado el pacto de los pederastas clericales con lo sagrado, porque varios abusos sucedían bajo el rostro del crucifijo y eso lo vi, lo escuché y hoy lo sufro demasiado. ¡Malditos!”, compartió.

El sacerdote recordó el caso del arzobispo Fabio González, de Tuxtla Gutiérrez, al sur de México, quien trató de “delimitar la carga” entre “la mujer que aborta y el sacerdote que viola a un niño”.

“Al arzobispo de Tuxtla Gutiérrez le faltó sabiduría y huevos para decir: ‘Es lo mismo la que aborta y mata, que el cura que mata a un niño que va a permanecer muerto en vida, hasta el día que un ataúd lo cubra'”, mencionó.

Ante esto, llamó a las familias para que cuiden a sus niños de cualquier persona, aún y cuando sea sacerdote; en caso de presentarse un caso de pederastia, los invitó a denunciar el hecho y no hacerse cómplice del mismo.

“Cuiden a sus hijos. A tu niño no lo puede tocar ningún cura, bajo ningún pretexto. No se puede. No se puede bajo ninguna instancia tocar a la criatura”, señaló.

Señaló que ahora los sacerdotes de todo el País, así como la Arquidiócesis de Monterrey, tienen un compromiso para no silenciar la pederastia clerical.

“Ojalá que se haga un eco muy fuerte y muy grande […] para que no nos hagamos pendejos, perdón, para que no nos hagamos pendejos en un tema tan cruel y tan difícil”, puntualizó.

Dalia Manriquez/El Nacional