Redacción/El Nacional

Aedes aegypti

Proteína del virus del dengue que juega un papel fundamental en las fugas que sufren los vasos sanguíneos de las personas que padecen la versión hemorrágica de la enfermedad.

Abren una potencial vía para el desarrollo de vacunas y nuevas terapias contra el dengue, asegura la publicación especializada estadounidense.

No se conoce un tratamiento efectivo para curar el dengue, la enfermedad más común transmitida por la picadura de un mosquito, que afecta a unas 100 millones de personas cada año en todo el mundo.

Desarrollan sólo una fiebre ligera sin complicaciones, en algunos pacientes se da un agravamiento que lleva al sistema de respuesta inmunológico a provocar una filtración masiva de los vasos sanguíneos y a un shock tóxico que puede causar la muerte.

Proteína, llamada NS1, posiblemente sea la culpable de las hemorragias vasculares asociadas con el tipo más grave de la enfermedad, aseguran los investigadores.

Estudios con células inmunes de ratones y de humanos que la NS1 lleva a las células a emitir moléculas proinflamatorias y a acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos haciéndolos porosos.

La NS1 se comporta como una toxina viral del mismo modo que lo hacen ciertas toxinas bacterianas.

Las vacunas con la proteína NS1 protegieron a los ratones de laboratorio del desarrollo del dengue hemorrágico.

Proteína NS1 en los cuatro tipos de virus conocidos que causan el dengue son capaces de provocar hemorragias en los humanos, al dañar las células endoteliales, es decir, la que forman el tejido que recubre la zona interna de todos los vasos sanguíneos.

El mosquito Aedes aegypti, es una enfermedad endémica en algunas zonas tropicales, subtropicales e incluso templadas de la India, sudeste de Asia, Centro y Sudamérica, el Caribe y África central y occidental.