Ashly Moreau, embarazada de 34 semanas, se puso de parto repentinamente por la mañana al ir al baño y con ella solo se encontraba su hijo de 10 años, Jayden Fontenot, ya que su prometido en ese momento había salido.
La mujer, además, se dio cuenta de que el bebé venía acomodado de manera inadecuada (venía de nalgas).
La madre parturienta tuvo que darle instrucciones a su hijo para que este sacara al bebé, y así lo hizo. El recién nacido no respiraba, así que el menor de 10 años fue a por el aspirador nasal de su hermana, se lo colocó al bebé y este comenzó a respirar.
Afortunadamente, una ambulancia llegó unos minutos después y los médicos confirmaron que, sin la ayuda del pequeño de 10 años ni el recién nacido ni la madre habrían sobrevivido.