Redacción/El Nacional

A tres días de haber vivido el terremoto de magnitud 7.3 que azotó a Irán, un niño fue hallado bajo los escombros de un edificio.

Los habitantes de la entidad consideran que este “milagro” revivió la esperanza, en medio de la tragedia que hasta el día de hoy ha cobrado la vida de al menos 530 personas.

Después de cuatro días del sismo, los servicios de emergencia aún continúan buscando sobrevivientes. Un total de 9 mil 400 personas resultaron heridas, según las últimas cifras oficiales.

La mayoría de los fallecidos ya han sido enterrados, pero es tradición en Irán acudir los jueves al cementerio, especialmente el primero desde la muerte de un familiar.