El gobierno estadounidense anunció este jueves que dejará de pagar los miles de millones de dólares que se dedican para subsidiar a las aseguradoras de Salud, dando un duro golpe en el funcionamiento del mercado de seguros nombrado como Obamacare.
En un comunicado, la Casa Blanca afirmó que “el gobierno no puede legalmente hacer los pagos de reducción de costos compartidos”.
Los subsidios buscaban ayudar a reducir el precio de los seguros médicos para personas de menos recursos, al mismo tiempo que eran criticados por el presidente Donald Trump, ya que los consideraba como un “rescate financiero” para las aseguradoras.
Terminar con la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama fue una de las promesas de campaña de Trump y ha sido uno de sus principales objetivos en la Casa Blanca.
Sin embargo, el Congreso, de mayoría republicana, ha frenado los diversos intentos por derogar la Ley de Salud Asequible.
El reconocido diario estadounidense The New York Times señalo que estos subsidios compartidos estiman en US$9.000 millones para este año y US$100.000 para la próxima década.
Para el gobierno de Trump, estos pagos son como un rescate para las aseguradoras y un ejemplo de cómo Obama “abuso de los dólares de los contribuyentes y evito la ley para apuntalar un sistema roto”.
La medida supone un duro golpe para la vialidad de Obamacare, pero las amenazas de Trump habían llevado a muchas aseguradoras a tomar precauciones.
Así, las empresas habían tasado los planes de seguros para el próximo año a la alta para contrarrestar los posibles efectos de la medida anunciada este jueves por la Casa Blanca.