Edgar Martínez/ El Nacional

Bradley Lowery, el pequeño de seis años de edad, cuya enfermedad conmovió a decenas de miles de personas y aficionados en el futbol de Inglaterra, ha muerto después de una larga lucha en contra de la muerte.

El fiel seguidor del Sunderland fue diagnosticado con neuroblastoma, un cáncer bastante raro para la medicina,  cuando tenía solamente 18 meses de edad, por lo que durante todo este tiempo tuvo que estar en constante tratamiento.

Bradley pasó a ser admirado por el club de sus amores y su caso conmovió mucho a un futbolista del plantel, convirtiéndose en el mejor amigo del delantero, Jermain Defoe, a quien lo vio como su héroe y quien pasaba gran parte del tiempo con él, visitándolo en el hospital, incluso llevándolo al estadio, en un noble gesto del jugador inglés.

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Defoe, recientemente entró en llanto al saber que el tiempo de vida de su pequeño amigo era poco, quebrándose en plena rueda de prensa con su nuevo equipo, el Bournemouth.

Ha sido muy difícil. Está siendo duro porque llevo esto dentro desde hace tiempo. Trato de ser fuerte. Hablo con la familia cada día y, hace unos cuantos días, estuve con él. Fue duro verle sufrir de esta manera. Está luchando, obviamente, puedo decir que es cuestión de días. Pero siempre estará en mi corazón, por el resto de mi vida (…) No hay día que pase sin que me levante y mire mi teléfono, o piense en el pequeño Bradley. Porque su amor es genuino y puedo verlo en sus ojos cuando me mira”, declaró hace algunas horas Defoe, sin imaginar que el día fatal llegaría en cuestión de instantes.

La muerte del pequeño Bradley fue confirmada en los medios sociales por sus padres donde con una publicación se despedían de su gran luchador de la vida:

“Mi valiente muchacho se ha ido con los ángeles hoy. “Él era nuestro pequeño superhéroe y puso la pelea más grande, pero lo necesitaban en otra parte. No hay palabras para describir cómo de rotos estamos”.

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Bradley fue sometido a tratamiento por lo que la enfermedad estuvo en remisión, pero recayó el año pasado. Tras recaudar más de 700 mil libras esterlinas en 2016 para pagarle un tratamiento con anticuerpos en Nueva York, los médicos descubrieron que su cáncer se había extendido y era terminal.

En diciembre, los padres de Bradley, Gemma y Carl, fueron informados de que sólo le quedaban “meses de vida”, pero la fuerza de Bradley duró tanto para alcanzar a ver a su héroe en cancha y fuera de ella,  desgraciadamente la enfermedad lo terminó consumando pero no cabe duda que será un ejemplo de vida para muchos y que dejará marcado por siempre la vida de los que lo acompañaron a su alrededor.