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Redacción/ El Nacional

En el trastorno bipolar se presenta como una alteración del estado de ánimo que ocasiona una elevación y descenso del mismo dentro de lo que se denominan episodios maníacos y depresivos y otros en los que presentan síntomas de ambas polaridades denominados mixtos.

 

El trastorno bipolar  tarda en diagnosticarse entre 8 y 10 años y la mitad de los afectados no saben que la padecen. Además, de los enfermos diagnosticados sólo la mitad sigue el tratamiento farmacológico.

 

Cuando el tratamiento se sigue de forma adecuada, los pacientes pueden vivir periodos en los que sus emociones no son patológicas y tienen un estado de ánimo normal, lo que se denomina euritmia.

 

Síntomas: El diagnóstico del trastorno bipolar es más fácil cuando se presenta la fase maníaca, pero la enfermedad suele debutar con depresión, y entonces es indistinguible de la no bipolar. Cuando se produce en la primera juventud, no se sabe si es parte de un proceso adaptativo de maduración y hay que estrechar el seguimiento sobre todo si se presentan antecedentes familiares.

 

Existe un conjunto de factores que, si concurren junto con la depresión, pueden indicar que podría tratarse de un trastorno bipolar, como la edad de inicio temprana, la depresión postparto, antecedentes de bipolaridad en la familia, respuesta rápida y excesiva a los antidepresivos o síntomas atípicos como comer o dormir demasiado. Si se presentan varios de estos síntomas, se puede ya sospechar que en vez de depresión unipolar se trata de un trastorno bipolar.

 

Tratamiento: Se sabe que los fármacos utilizados en el tratamiento del trastorno bipolar actúan sobre los neurotransmisores que modulan la comunicación entre las neuronas y sobre el sistema límbico, el área cerebral más implicada en las emociones. Los más utilizados contra el trastorno bipolar son los denominados estabilizadores del estado de ánimo, como el litio, el valproato y la lamotrigina, así como también los antipsicóticos atípicos

 

Causas: Esta predisposición podría heredarse, pero existen factores precipitantes que lo desencadenan, como los acontecimientos vitales estresantes, como la pérdida de una relación afectiva o cambios en la situación vital: despidos laborales, jubilación, cambios de residencia.

 

Recomendaciones para el trastorno bipolar: Seguir el tratamiento médico y farmacológico

  • Recurrir al médico al notar cualquier síntoma o algunos de los efectos secundarios derivados de los
  • Completar el tratamiento con psicoterapia.
  • Dejarse ayudar por los familiares y amigos.
  • Evitar el consumo de alcohol y drogas.
  • Seguir con rutinas diarias, que incluyen las comidas y los descansos, tratando de dormir siempre lo suficiente.