Con la finalidad de examinar el ataque que Estados Unidos realizó contra una base aérea en Siria, el presidente ruso Vladímir Putin convoco una junta con su Consejo de Seguridad, ya que la acción fue calificada como “agresión contra aliado de Rusia”.
De acuerdo con el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el ataque en venganza por el uso de armas químicas contra civiles en Siria, se realizó en beneficio del Estado Islámico, el Frente al Nusra y otras organizaciones terroristas.
Así lo informó a través de una entrevista en donde además manifestó que Las fuerzas armadas rusas se mantendrán prestando apoyo al Ejército del régimen sirio con el objetivo de ayudarles en la lucha contra los terroristas.
Por otra parte Donald Trump, durante su campaña electoral prometió luchar contra el terrorismo internacional y el “EI” asegurando que se convertiría en su prioridad, sin embargo Peskov declaró que ha sido todo lo contrario.
“Veremos cómo se desarrolla la situación, pero ya podemos decir que esos ataques han perjudicado la lucha contra el terrorismo” agregó.
El general Ígor Konásha dio a conocer que de los 59 misiles lanzados por la Armada estadounidense solo 23 llegaron a la base siria provocando la muerte de cuatro militares y la desaparición de otros dos.
Mientras los 36 misiles restantes causaron que nueve civiles perdieran la vida, entre ellos, cuatro eran niños, así como otros siete heridos, quienes pertenecían a aldeas cercanas del objetivo atacado.