Transformación de Políticas Ambientales por parte de Donald Trump

El 10 de febrero de 2025, el presidente Donald Trump tomó la decisión de firmar una orden ejecutiva de considerable repercusión. Esta acción está orientada a revertir las políticas ambientales establecidas por la administración de Joe Biden, concretamente aquellas que buscan reducir el uso de plásticos desechables, enfocándose en los popotes de plástico.

Revocación de Políticas

En un movimiento decisivo, Trump ha anulado los esfuerzos previos de la administración Biden que promovieron la adopción de pajitas de papel en las entidades del gobierno federal. El objetivo de estas iniciativas era sustituir los plásticos de un solo uso en todas las agencias federales para el año 2035, buscando así un futuro más sostenible.

Críticas a los Popotes de Papel

En el marco de su orden ejecutiva, el presidente no escatimó en criticar los popotes de papel. Los catalogó como “no funcionales” y señaló que son “más costosos” de producir en comparación con los plásticos. Además, resaltó una contradicción crucial: muchos de los popotes de papel vienen envueltos en plástico, lo que genera dudas sobre su efectividad para mejorar la situación ambiental.

Directrices para Agencias Federales

Las directrices emitidas por Trump son claras. Los directores de agencias y departamentos federales han recibido instrucciones para cesar la compra de popotes de papel. Además, se debe asegurar que estos no estén disponibles en los edificios gubernamentales. Las agencias también tendrán que trabajar en conjunto con los estados para modificar sus políticas y fomentar el uso de popotes de plástico.

Perspectiva Ambiental

En la discusión sobre las preocupaciones medioambientales que surgen del uso de plásticos, Trump minimizó la gravedad de la situación. Comentó que no cree que el plástico tenga un impacto significativo en la vida marina, expresando que “no creo que el plástico afecte mucho a los tiburones mientras comen en el océano.”

Esta orden es parte de una serie de medidas adoptadas por Trump para desarticular compromisos ambientales establecidos por su predecesor, subrayando un enfoque diferente respecto a las políticas de protección del medio ambiente.