Redacción/El Nacional

El mismísimo infierno lo experimentaron los Diablos Rojos en carne propia, al rescatar ante los Jaguares de Chiapas un punto de oro al igualar 1-1.

El guardameta Jorge Villalpando, transformado en héroe, atajó toda clase de bombazos del ataque toluqueño, que extrañó a mares al artillero Fernando Uribe, cuya lesión evitó que alineara ayer en el estadio Nemesio Díez

Para colmo de males, Villalpando encontró la complicidad del árbitro Miguel Ángel Flores, quien consintió al portero felino, al extremo de permitirle demorar el encuentro todo lo que pudo, sin que lo apresurara o al menos lo amonestara por su comportamiento.

A pesar de todo, el resultado le sonrió a los endemoniados, porque de no ser a un autogol del “Chaka” Rodríguez otro habría sido el cantar, porque los Jaguares cerraron todos los huecos atrás con tal de frenar a la ofensiva choricera.

La dosis de goles resultó mínima para dos equipos que venían de repartir goles a granel.

De tal suerte que Ricardo La Volpe sacó un valioso empate de la otrora “Bombonera”, lo que frenó las posibilidades del Toluca de situarse a la par de Pumas y Águilas. Aun así, con 16 unidades, ocupa el quinto escalón del Apertura 2015, contra 14 de Jaguares, en la séptima posición.

Profundidad le faltó al Toluca durante los primeros minutos de este duelo contra Jaguares, que se presentó en la cancha del Nemesio Díez a la defensiva. Es decir, atacar según como se dieran las circunstancias, y vaya que lo hizo, frente a unos chiapanecos pasivos, que no llevaban prisa.

Era obvio que el Diablo tenía que atacar, y lo hizo, mantuvo la posesión de la pelota, pero le costaba trabajo. No había conexión entre sus hombres.

Los Diablos estaban aislados, mientras que Jaguares, con Romero y Hurtado, eran los más peligrosos. Uno quería, mas no podía. El otro optaba por controlar balón y lo “mataba” circulándolo de un lado a otro. Toluca, en cambio, carecía de ese toque de pelota, pero a los 11 minutos, Hurtado y Botinelli se hicieron de palabras, aparecieron los jalones; el conato de bronca lo enfrió el árbitro al mostrarles tarjetas a cada quien.

Jaguares no se salía de su guión. Es decir, mantenía la pelota y hacía tiempo, como sucedió con Jorge Villalpando.

Para colmo, sobre el minuto 38, llegó el tanto visitante. Romero proyectó un centro desde la banda derecha que Avilés Hurtado prendió con espectacular tijera y Talavera nada pudo hacer.

El Toluca buscó su gol por todos los medios. Con disparos de media distancia, con triangulaciones, con remates de todo tipo, pero los postes también le jugaron rudo.

Gracias a la unión que ya prevalecía en la cancha, donde los Diablos fueron unos diablillos, empezaron a atacar constantemente, mientras que el rival replegó sus líneas, bien sabía que el Toluca en cualquier momento los podía sorprender.

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