Con al menos nueve sucursales en Nuevo León, estas tiendas enfrentan críticas por inconsistencias en su operación y documentos legales.
Las tiendas al mayoreo y menudeo de origen chino que han proliferado en el Área Metropolitana de Monterrey han despertado una creciente incertidumbre sobre la legalidad de su funcionamiento. Conocidas bajo el nombre de Maxi China, estas tiendas, ubicadas mayormente en antiguos locales de Famsa, generan dudas debido a las inconsistencias en sus facturas y domicilios fiscales.
Empresas como Lifgood y Hausbay, que aparentemente operan bajo estas razones sociales, presentan dificultades para ser rastreadas, lo que impide confirmar su ubicación o su relación directa con Maxi China. Además, en algunos casos, las licencias utilizadas para operar originalmente estaban registradas como permisos para restaurantes, lo que sugiere posibles irregularidades en su apertura y funcionamiento.
Una búsqueda en Google Maps del domicilio registrado de Hausbay no arroja resultados concretos, dejando en el aire preguntas sobre su existencia física. Mientras tanto, Maxi China cuenta con al menos nueve sucursales distribuidas en la región y 612 registros de actividades empresariales y profesionales, lo que incrementa el misterio sobre su estructura corporativa.
En sus estantes, estas tiendas ofrecen una amplia variedad de productos que incluyen ropa, tecnología, decoración del hogar, herramientas, cosméticos, perfumes y comida asiática. Sin embargo, la falta de claridad sobre su razón social y los permisos que regulan sus actividades sigue generando preocupación entre los consumidores y las autoridades locales.
Las inconsistencias en las facturas que emiten estas tiendas han sido una de las principales quejas de los clientes. En ocasiones, las facturas muestran información vaga o incorrecta, lo que complica los procesos de reclamación o devolución. Por otro lado, las autoridades fiscales también han comenzado a prestar atención a estas prácticas, lo que podría desencadenar investigaciones más profundas.
