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Redacción/El Nacional

La Unicef hizo una alerta de que el terremoto de magnitud 7.8 que el pasado 16 de abril azotó partes del norte de la costa ecuatoriana ha destrozado 280 escuelas y dejo a 120 mil alumnos sin clases.

En un comunicado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) destacó que los menores más afectados son aquellos que viven en las comunidades de Muisne, Pedernales, Jama, así como en algunas zonas de Portoviejo, Manta y Chone.

La educación es una línea de vida para los niños que pasan por el trauma del caos y la destrucción. Les ofrece un rutina diaria y un sentido de propósito, además de que los pone en camino para que se recuperen psicológicamente”, expresó Grant Leadity, representante de Unicef en Ecuador.

El organismo de Naciones Unidas informó que instalará 50 espacios de aprendizaje temporal para 20 mil niños y que distribuirá material de aprendizaje en 700 escuelas del país, lo que beneficiará a 60 mil menores de edad.