Redacción / El Nacional
El Tribunal de Apelaciones Criminales de Texas suspendió este martes la ejecución del preso hispano Richard Vásquez, que estaba prevista para este jueves, y concedió así un respiro a sus abogados para aportar nuevas pruebas que puedan dar un giro al caso.
Es la segunda vez que las autoridades tejanas suspenden la pena capital que pende sobre Vásquez. Siete de los nueve magistrados del tribunal estuvieron de acuerdo con suspender la ejecución del reo, condenado por el asesinato el 5 de marzo de 1998 de Miranda López, una niña de cuatro años que era la hija de su novia.
Según el fallo que lo condenó a muerte en 1999, Vásquez mató a golpes a la menor, de la que estaba a cargo mientras la madre, Brenda López, trabajaba. Minutos antes de la agresión, Vásquez llamó a López para preguntarle dónde tenía escondida la heroína a la que ambos eran adictos, pero su negativa a decírselo provocó el arrebato, según la investigación policial.
Vásquez, por su parte, siempre ha defendido que la niña cayó de un taburete en el baño mientras se cepillaba los dientes y que él la encontró tendida en el suelo.
Razones del aplazamiento
Los magistrados aún no han hecho públicos los motivos de la decisión, pero en su apelación, los abogados de Vásquez, que ahora tiene 36 años, alegaron que nuevos descubrimientos médicos pueden aportar luz sobre lo que realmente pasó ese 5 de marzo.
La ejecución de Vásquez estaba prevista inicialmente para el 15 de enero, pero el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ) ya la prorrogó tres meses sin especificar los motivos. En lo que va de año, Texas ya ha ejecutado a seis presos, tres de ellos de origen hispano.