Una intensa sacudida sísmica golpeó una región montañosa en el noroeste de China, informaron las autoridades. El terremoto destruyó viviendas, dejó a los residentes a la intemperie en una noche invernal con temperaturas bajo cero y provocó la lamentable pérdida de 126 vidas, marcando el temblor más letal en el país en nueve años.
El terremoto, con una magnitud de 6.2, hiriendo a más de 700 personas. Además de causar daños a viviendas y carreteras, derribó cables de luz y comunicaciones en las provincias de Gansú y Qinghai, según informaron autoridades y medios chinos
Mientras los equipos de emergencia buscaban a personas desaparecidas entre los edificios colapsados y al menos un deslizamiento de tierra, aquellos que habían perdido sus hogares se preparaban para pasar una noche invernal fría en carpas dispuestas apresuradamente en los puntos de evacuación
“Experimento ansiedad, ¿qué otros sentimientos podrían surgir?”, expresó un habitante en una entrevista telefónica. Describió que tres habitaciones de su casa quedaron destruidas y parte de su establecimiento de té con leche quedó expuesto.
El Centro de Redes Sísmicas de China ubicó el epicentro a una profundidad relativamente baja de 10 kilómetros, en el condado Jishishan, en Gansú, aproximadamente a 5 kilómetros del límite de la provincia con Qinghai. Por su parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos registró la magnitud del sismo en 5.9.
Las autoridades de emergencia en la provincia de Gansú solicitaron 300 trabajadores adicionales para participar en la búsqueda de personas en edificios colapsados y otras operaciones de rescate. En la vecina Qinghai, las autoridades informaron de 20 personas desaparecidas debido a un deslizamiento de tierra, según reportes de medios estatales chinos.
Una televisora estatal informó de 113 muertos confirmados y 536 heridos en Gansú. Otras 13 personas murieron y 182 resultaron heridas en Qinghai, en una zona al norte del epicentro, indicó en conferencia de prensa un funcionario del Partido Comunista local.
Aproximadamente 10 horas después del sismo principal, se registraron nueve réplicas, siendo la más significativa de magnitud 4.1, según informó un funcionario de Gansú. El presidente chino, Xi Jinping, pidió que se realizaran todos los esfuerzos posibles para búsqueda y rescate a fin de minimizar el número de víctimas
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