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Selene Gutiérrez/El Nacional

Según estudios de la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es la segunda causa de muerte en México, sucede cuando una persona deliberadamente se provoca la muerte; sin embargo, no todos logran quitarse la vida.

En Nuevo León, el acto de atentar contra la vida propia es cada vez más común; esta práctica afecta a las personas tanto de la zona rural como de la zona urbana.

El maestro de la Facultad de Psicología (FaPsi) de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) Agustín Miguel Villegas Lozano habló sobre las diferencias del suicidio de un hombre al de una mujer.

“Los hombres se suicidan más, pero las mujeres lo intentan más. Ahí influye el sesgo cultural; esto es porque los hombres tienen que hacerlo de manera más contundente, mediante un balazo o tirándose de un lugar de gran altura mientras que las mujeres recurren a métodos más ligeros y la mayoría de las veces queda en intentos”, puntualizó el Maestro Villegas.

Según el especialista, los hombres terminan con su vida de manera más eficaz por la presión social, para ellos no hay espacio para equivocaciones mientras que las mujeres recurren a recurren métodos como cortarse las venas, que si bien, logra llamar la atención no suele ser mortal.

El experto, señaló la diferencia entre las personas que desean suicidarse y las que lo llevan a cabo, según Villegas Lozano, la mayoría de las personas aunque no todas lo acepten, ha contemplado la idea de quitarse la vida, ya sea por un desamor o por las presiones cotidianas; sin embargo, solo unas pocas son quienes actúan.

Villegas Lozano, explicó que el suicidio es una temática multifactoral, donde los factores económicos, sociales y emocionales afectan. Por ejemplo, señaló la presión que surge al querer encajar en determinado círculo social o económico.

“Cuando una persona debe recurrir a la presión para pertenecer a cierto grupo y por no poder hacerlo lo lleva a quitarse la vida”, detalló.

El también coordinador de la oficina de Equidad y Género de la UANL, reveló que el suicidio no es una muerte por elección, no es un acontecimiento que surge de la noche a la mañana.

“Es algo que se va construyendo con el tiempo, donde diversos factores influyen por ejemplo la historia del sujeto, un acontecimiento sucedido como la muerte de un familiar, el abandono de una pareja o simplemente un detonante social como la pérdida del trabajo”, reveló Villegas Lozano.

El maestro recordó que solo el año pasado en Nuevo León, 285 personas se quitaron la vida; es decir que al menos cada tercer día un neoleonés recurre al suicidio.

Cuando se le cuestiono el rango de edades que se ven más afectadas por este problema,  Villegas Lozano reveló que se encuentra más en edades productivas de los 20 a los 30 años; sin embargo, no hay una edad en especifico.

El especialista detalló algunos de los síntomas como los cambios radicales de personalidad o de actitud, tener comportamientos autodestructivos, situación de depresión o dificultad para solucionar los problemas cotidianos.

“Problemas para establecer vínculos afectivos, en la casa pueden aislarse o se muestran muy hostiles o muy aislados también cambios que llaman la atención por ejemplo alguien que era muy callado o introvertido se vuelve alguien muy extrovertido”, puntualizó.

Tras un intento de suicidio, el maestro recomendó terapia o bien recibir atención especializada pero sobre todo, el experto señaló la importancia de que el sujeto se comunique.

“Si no se habla se actúa, si la persona no expresa su dolor o sus ideas es cuando recurre a terminar con su vida”, explicó.

Por último, destacó la importancia de proporcionar atención inmediata a quienes presenten dichos síntomas y no hacer caso omiso a las llamadas de atención; la Facultad de Psicología de la UANL cuenta con un programa gratuito de apoyo para las personas con tendencias y pensamientos suicidas ubicado en las oficinas de la Unidad de Servicios Psicológicos área de Equidad de Género.

Para mayores informes comunicarse al área de Equidad de Género: 8333-8233 o 8348-1065