El número de muertos tras un potente sismo que sacudió el este de Turquía en la víspera subió a 21 personas, con más de 1.000 heridos, dijeron el sábado funcionarios de emergencias.
Los rescatistas seguían buscando a unas 30 personas sepultadas bajo los escombros de los edificios caídos en la provincia de Elazig y en la vecina Malatya, señaló el ministro de Salud, Fahrettin Koca. La cifra de fallecidos podría aumentar, advirtió.
Equipos de emergencias y fuerzas de seguridad distribuyeron tiendas, camas y mantas mientras los termómetros registraban temperaturas negativas durante la noche. Se abrieron mezquitas, escuelas, centros deportivos y residencias de estudiantes para albergar a los cientos de personas que dejaron sus casas después del sismo.
El terremoto fue muy grave, salimos corriendo desesperados (de nuestra casa)”, dijo Emre Gocer a la agencia noticiosa estatal Anadolu mientras se refugiaba con su familia en un pabellón deportivo en Sivrice, en la provincia de Elazig. “No tenemos un lugar seguro donde quedarnos”.
El temblor se produjo el viernes a las 20:55 a una profundidad de 6,7 kilómetros (unas cuatro millas) cerca de Sivrice, en Elazig, explicó la Presidencia de Manejo de Desastres y Emergencias (AFAD, por sus siglas en turco). Varios centros de monitoreo de actividad sísmica ofrecieron magnitudes comprendidas entre 6,5 y 6.8.
Tras el terremoto se produjeron 228 réplicas, las más fuertes con magnitudes de 5,4 y 5,1, apuntó la AFAD.