Un potente sismo remeció el martes el sur de Filipinas, provocando aludes de tierra y desprendimientos de rocas que mataron a seis personas e hirieron a más de 100 en una región ya castigada por otro sismo dos semanas antes, según las autoridades.
El terremoto de magnitud 6.6 se originó en una falla a unos 7 kilómetros (4.3 millas) de profundidad, unos 25 kilómetros (16 millas) al este de Tulunan, en la provincia de Cotabato, indicó el Instituto Filipino de Sismología y Vulcanología.
En torno al 90% de las casas de Tulinan sufrieron daños, indicó el alcalde, Reuel Limbungan.
Entre las víctimas estaban un padre y su hijo, golpeados por rocas en un desprendimiento que cayó sobre su pequeña granja en la afectada provincia de Cotabato Norte. Otro niño resultó herido, según la funcionaria de la agencia provincial de gestión de desastres Mercedita Foronda. Más de 100 vecinos sufrieron lesiones, la mayoría leves, en la provincia, señaló.
Otras dos personas murieron en un alud de tierra y un desprendimientos en una localidad en Magsaysay, en la provincia de Davao del Sur. Una mujer embarazada falleció por la caída de un árbol en Tulunan, mientras que un hombre de 66 años murió por lesiones en la cabeza tras un aparente impacto de cascotes en la capital de la provincia de Cotabato Sur, Koronadal, donde otras 30 personas resultaron heridas.
Varias poblaciones suspendieron las clases hasta haber revisado los edificios escolares. Varios edificios dañados en otro temblor este mes sufrieron más daños y se cerraron al público.