Redacción/El Nacional

Naciones Unidas condenó este martes el ataque a un convoy de ayuda humanitaria en Siria, que se cobró la vida de por lo menos uno de sus trabajadores y un número indeterminado de civiles.

Tras el ataque, acontecido a la caravana fletada por la ONU y la Media Luna Roja Árabe este lunes en Urum al-Kubra, al noroeste de Aleppo, la ONU suspendió la entrega de asistencia humanitaria.

El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Larke, se mostró impactado y asqueado tras el suceso, a la vez que advirtió de las posibles consecuencias que podría acarrear.

“Si se confirma que este cruel asalto tenía como objetivo intencionado el ataque a trabajadores humanitarios, podría constituir un crimen de guerra. Insto a que se abra una investigación imparcial e independiente de este suceso mortal”.

Según Naciones Unidas, el convoy tenía todos los permisos en regla y estaba formado por 31 camiones cargados con alimentos y medicinas destinados a proveer ayuda a unas 78.000 personas.

El coordinador humanitario de Naciones Unidas, Stephen O’Brien, se sumó a la condena del asalto.

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