Erika Williams/El nacional
Consiste en tener una actividad erótica durante el sueño que, en algunos casos, hasta puede llevar al orgasmo. Les pasa tanto a hombres como a mujeres. ¿Placer o malestar?
Los estudios de hombres han concluido que durante la fase de sueño (movimientos oculares rápidos) pueden aparecer sueños eróticos acompañados de erección y eyaculación (poluciones nocturnas) con o sin masturbación.
Algo similar sucede en las mujeres: se dilatan los vasos de la pelvis, hay congestión genital, lubricación, sueños eróticos y algunas hasta llegan al orgasmo. Se cree que durante el sueño el mayor caudal de sangre hacia los genitales permite una buena oxigenación, esto se traduce en una piel suave, sensible a los estímulos y lubricada.
Sabemos entonces que durante la fase de sueño se originan, tanto en hombres como en mujeres, una serie de mecanismos fisiológicos normales que ayudan a mantener la vitalidad de los órganos genitales además de proporcionar placer, y por qué no, el inicio de un juego erótico a la mañana. También se ha comprobado que la sexsomnia puede aparecer en cualquier momento del sueño y en el lapso entre el sueño y la vigilia.