Sharai Rocha/El Nacional

Septiembre, es considerado uno de los meses con mayor actividad ciclónica y en donde hace acto de presencia la temporada de huracanes, se prevé que éste año será la más intensa, al menos eso aseguran los expertos.

En la actualidad en el Pacífico Este y Central, se han formado 17 tormentas tropicales, mientras que en la cuenca del Atlántico se han registrado seis.

“El pronóstico es que debido a la presencia del fenómeno de “El Niño”, la temporada del Pacífico está por encima del promedio y en contraste se reduzca el número de tormentas en la cuenca atlántica”, afirmó el especialista del Centro Nacional de Huracanes (CNH), James Franklin.

La tormenta más mortífera que se ha registrado en esta temporada es “Erika”, que en su paso por el Caribe dejó en la isla de Dominica al menos 31 muertos y damnificados debido al desbordamiento de ríos y deslaves por las intensas lluvias.

Los daños que provocan los huracanes pueden ser catastróficos y pueden lograr a destruir ciudades enteras, dependiendo de la categoría que alcancen sus vientos en la escala Saffir Simpson, de cinco niveles.

Algunos de los huracanes más poderosos y devastadores de la historia en México son:

“El Huracán México”, en 1959, fue un devastador ciclón que afectó la costa mexicana del Pacífico como categoría 5, murieron unas mil 800 personas, ubicándose como uno de los huracanes más mortíferos. Tocó tierra en Manzanillo, Colima, y luego afectó Jalisco tierra adentro.

Después en 1988, apareció el huracán “Gilberto”, otro de los más devastadores. Este ciclón golpeó durante nueve días el Caribe y el Golfo de México. En Nuevo León dejó múltiples daños materiales, pérdidas humanas y desaparecidos. Es recordado como el ‘huracán del Siglo XX’ sus intensas lluvias torrenciales y fuertes vientos asolaron comunidades enteras, principalmente en los estados de Yucatán, Tamaulipas y Nuevo León.

En 1997, el huracán “Paulina”, ha sido unos de los más fuertes y mortíferos ciclones de la era moderna en azotar la costa mexicana del Pacífico, afectando Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Este se desplazó en forma paralela a la costa mexicana con vientos de 215 km/h hasta entrar en Puerto Ángel, Oaxaca, el 9 de octubre de ese año. Se le atribuyen entre 300 y 500 muertes, 300 mil damnificados y daños millonarios.

 

El huracán “Alex”, fue el primer ciclón tropical de la temporada de huracanes en el Atlántico de 2010. Éste se formó a partir de una potente onda tropical, que se desarrolló lentamente en el mar Caribe  y se desplazó hacia el Oeste, hasta tocar tierra al Norte de la Ciudad de Belice. Su tránsito sobre tierra en la península de Yucatán lo debilitó, pero volvió a ganar intensidad de tormenta tropical al reingresar al mar en el Golfo de México. Provocando la muerte de diez víctimas en México, otras tres muertes en Acapulco, dos en Chiapas igual que en  Oaxaca. Después de tocar tierra en Tamaulipas, el huracán provocó otras siete muertes; y 23 muertes más y un desaparecido en el municipio de Santiago, Nuevo León.  Además de inundaciones considerables, Alex provocó cortes de energía eléctrica en el Noreste de México y en el extremo austral  de Texas.

En 2013 se formaron los huracanes Manuel e Ingrid, ambos tocaron tierra en México, casi al mismo tiempo tanto por el Pacífico como por el Atlántico.

El estado más dañado fue Guerrero, donde Manuel causó pérdidas millonarias; los daños de este ciclón solo están por debajo de Paulina.

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