Reyna Briseño/El Nacional.
Gilles Crepin había dirigido un concurso para bebedores del que su cliente, Renaud Prudhomme, rompió el récord al beber 56 tragos, en octubre del 2014 en Le Starter, un bar en la localidad de Clermont-Ferrand, Francia central.
Antes del hecho, Prudhomme, de 56 años, había tenido una celebración con su hija y amigos en el bar. El hombre terminó en un hospital y murió al día siguiente.
El barman, de 47 años de edad, recibió este jueves una sentencia de cárcel suspendida de cuatro meses y se le prohibió trabajar en un bar por un año, publicó el diario peruano El Comercio en su sitio elcomercio.pe.
En una audiencia anterior, había admitido que cometió un error al mostrar el registro de tragos en un aviso de su local y poner un anuncio que incitaba al público a participar en una competencia de bebedores.
Renaud Portejoie, abogado defensor del barman, afirmó que Prudhomme ya tenía problemas de abuso de alcohol y males respiratorios.
“Mi cliente se alivia con el fallo de la justicia”, dijo el abogado defensor de la familia del occiso.
“Se trató de un caso de incitación al consumo, eso es un error muy grave para el propietario de un bar. Queremos recordar a algunos profesionales que es ilegal servir alcohol a los clientes en un avanzado estado de embriaguez”, remarcó el abogado.