Debido a la alerta por un posible rebote de COVID-19 en el estado, Manuel de la O, titular de la Secretaría de Salud, aseguró que se encuentran analizando la posibilidad de usar la fuerza pública para impedir fiestas y parar los contagios.

“Hablé con el departamento jurídico para, en coordinación con el Consejo de Seguridad Estatal en Salud, implementar una estrategia con la que las policías municipales y el sector salud puedan acudir a las reuniones y suspenderlas”, dijo.

“Si bien son en las casas (las reuniones), son un riesgo para la salud. Hay una alerta sanitaria… la Ley General de Salud está por encima de todas la leyes”, afirmó ayer en su conferencia.

Cabe recordar que los contagios comenzaron a bajar hasta que la ciudadanía comenzó a realizar reuniones más grandes y los casos se dispararon.

Redacción/El Nacional