Sam Connor, un alumno de la escuela salesiana de la ciudad de Chertsey, llegó a la estación de trenes de la misma ciudad con unos de sus amigos y le entregó su mochila y su teléfono a uno de ellos para después acostarse en las vías frente al tren.
El suicidio de un niño de 14 años víctima de bullying conmocionó a Reino Unido.
De acuerdo con sus amigos, sabían que el joven estaba siendo víctima de bullying, no con agresiones físicas pero sí se encontraba siendo intimidado.
Cuando las autoridades arribaron al lugar no pudieron hacer nada por él y lo declararon muerto en las vías del tren.
Los primeros reportes indican que el joven habría dejado una lista en la que apuntó dos nombres y dejó la clave de su celular.
Pese a que sus amigos conocían la intimidación de la que era víctima, las autoridades de la escuela salesiana aseguraron que no tenían ningún reporte al respecto.
Mientras tanto, amigos y familiares de Sam colocaron flores en las puertas de la estación de trenes mientras las autoridades esclarecen este caso.
Redacción/El Nacional