Este fin de semana se suicidó el sacerdote católico francés Pierre-Yves Fumery, acusado de abuso sexual contra un menor, siendo este el segundo caso en Francia de un religioso que se quita la vida por circunstancias similares.
El cuerpo del religioso fue encontrado el sábado en sus oficinas. Fumery, era investigado desde septiembre por sospechas de agresión sexual contra un menor.
Hubo varias audiencias (…) y el sacerdote fue interrogado el 15 de octubre, en calidad de testigo”, explicó el fiscal regional Loic Abrial.
El obispo de Orléans, monseñor Jacques Blaquart, había alertado a una cedula especializada de la diócesis sobre presuntos “comportamientos inapropiados” de Fumery con adolescentes.
Redacción/El Nacional