El presunto autor de la masacre que cobró la vida de 22 personas en una tienda de la cadena Walmart en Texas será llevado ante un juez el jueves por primera vez desde su arresto.
Patrick Crusius, de 19 años y oriundo de Dallas, se presentará en una breve audiencia en una corte de El Paso. La policía afirma que el detenido confesó ser el responsable del tiroteo del 3 de agosto y que el objetivo del ataque eran mexicanos.
Unas dos docenas de personas sufrieron lesiones pero sobrevivieron; funcionarios de hospitales informaron que dos personas continúan internadas.
La fiscalía local indicó que buscarán que el joven reciba la pena de muerte. Las autoridades federales también están considerando cargos por asesinato punible con la pena capital e investigan si existen elementos suficientes para presentar cargos por delito de odio. El Departamento de Justicia catalogó el tiroteo como un acto de terrorismo nacional.
Hubo aproximadamente 2,000 testigos en el lugar de la masacre, por lo que prácticamente todos los cerca de 700,000 habitantes de la ciudad conocen a alguien que se vio afectado directamente por el ataque.
El primer juez asignado al caso se recusó debido a que conocía a una de las personas que falleció en el tiroteo. El principal fiscal dijo que su hermana se hallaba en la tienda Walmart al momento del ataque y que el presunto agresor pasó justo al lado de ella.
Crusius se entregó por voluntad propia menos de una hora después del tiroteo luego de huir del lugar en su auto, de acuerdo con la policía. Su orden de aprehensión indica que al momento de entregarse dijo “soy quien disparó”. Según la policía, el adolescente publicó una diatriba racista pocos minutos antes del ataque en la que manifestó su deseo de asesinar hispanos para balcanizar Estados Unidos en criterios raciales.
Crusius se encuentra detenido sin derecho a fianza en una cárcel de El Paso. Está bajo vigilancia ante posibilidades de suicidio prácticamente desde su arresto y aislado del resto de los prisioneros.
Dado que se espera la llegada de un gran número de personas, el juez estatal de distrito Sam Medrano ofrecerá una audiencia en la corte más grande del condado, que tiene una capacidad para 100 personas. El miércoles, Medrano indicó que el público deberá llegar una hora antes de la audiencia de las 2:00 de la tarde para someterse a una revisión de seguridad. Las medidas de seguridad se reforzaron, de acuerdo con una vocera del departamento de policía, que opera tanto en la corte como en la cárcel.