Patrick Crusius, procesado del ataque terrorista que dejó 22 muertos en El Paso (Texas) a principios de agosto, se encuentra bajo vigilancia en la cárcel para prevenir su suicidio, comunico este martes la cadena de televisión CBS.
La Jefatura de Policía del Condado de El Paso dijo que la decisión la tomó el personal médico, pero no informo más detalles sobre la medida, añadió CBS.
Crusius, de 21 años y a quien se le negó la fianza, encara cargos de homicidio y se encuentra aislado en el Centro de Detención del condado por un ataque que fue considerado por las autoridades como un caso de terrorismo doméstico.
Según documentos judiciales, Crusius confesó a la Policía cuando fue detenido que su objetivo era matar “mexicanos”.
El joven dijo que él era quien abrió fuego contra las personas que se encontraban en un centro comercial de la cadena Walmart el 2 de agosto en la ciudad de El Paso, fronteriza con México, al que suelen acudir a comprar muchos ciudadanos de ese país.
Crusius condujo casi diez horas, desde la localidad de Allen hasta El Paso, para cometer la matanza en ese comercio y supuestamente publicó antes del ataque un manifiesto en Internet en el que aseguró que el motivo era que quería dar una “respuesta a la invasión hispana de Texas”.
De acuerdo a documentos judiciales, Crusius se encontraba dentro de su vehículo cerca de la tienda Walmart cuando fue detenido tras la matanza.
Las autoridades federales han dicho que están evaluando la posibilidad de imputarle delitos de odio, lo que sumado a los cargos por homicidio podría acarrearle la pena de muerte.
De los 22 fallecidos en el tiroteo, 8 eran ciudadanos mexicanos y el canciller de México, Marcelo Ebrard, ha dicho que está estudiando pedir la extradición del acusado.
El tiroteo en El Paso ocurrió horas antes de que otro hombre blanco, identificado como Connor Betts, abriera fuego en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton (Ohio), matando entre otros a su hermana Megan, de 22 años, quien se convirtió en la víctima más joven de esa tragedia.
En ese caso el atacante fue abatido por la Policía.
Esos tiroteos, con 13 horas de diferencia, han revitalizado el debate por la necesidad de endurecer el control de armas en EUA, donde el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, en parte debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).