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Redacción/El Nacional

La tasa de mortalidad materna tiene una alarmante cifra, y es que se registran cerca de ochocientos casos de muertes en mujeres embarazadas.

Aunque no hay un rango muy bien definido, se encuentran mucho más propensas las mujeres jóvenes debido a que por malos cuidados y falta de información dejan pasar detalles de su embarazo que terminan en un fatal desenlace.

Los países en desarrollo suelen ser las más grandes zonas de muerte materna debida a que en zonas rurales donde hay más pobreza carecen de atención médica y el hecho de llevar un embarazo bien controlado es demasiado costoso por tener que trasladarse hasta las ciudades más próximas.

A pesar de que se han logrado reducir las muertes durante el embarazo en el periodo 1990 hasta la fecha, sigue siendo un tema de preocupación para los expertos en la materia y lo ideal sería que se mantuviera un estándar de información para disminuir aún más este suceso.

La ODM tiene distintos objetivos planteados y entre sus prioridades se destaca el interés por disminuir el índice de muerte materna. Sin embargo el compromiso del quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio tenía como meta disminuir las muertes en un 75% cifra que sólo se ha logrado disminuir un 45%.

El embarazo en adolescentes de poco menos de quince años son el blanco perfecto de complicaciones ya sea durante la gestación o al momento del parto.

Lo anterior deja más que claro que entre más joven sea la futura madre, es más alarmante el hecho de que descuide su embarazo y no frecuente a un médico que le vaya indicando como cuidarse de manera correcta, aunque lo ideal sería que se previnieran los embarazos prematuros y no deseados, la realidad indica que si el embarazo ya está iniciado lo más correcto es mantener tanto a la mamá como al bebé en constante control médico.