La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha reconocido la autoría del atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes de la Policía colombiana que el pasado jueves causó en Bogotá la muerte de 20 personas, más el atacante, y 68 heridos.
El pasado viernes el Ministerio de Defensa atribuyó el ataque al ELN, después de identificar al conductor de la camioneta cargada con 80 kilos del explosivo pentolita, como José Aldemar Rojas Rodríguez, 56 años de edad, miembro de esa guerrilla.
Fue en un artículo publicado en “Voces”, su página de internet, donde el ELN confirmó su responsabilidad al argumentar que la Escuela de Cadetes, situada en el sur de Bogotá, “es una instalación militar” donde se forman oficiales de Policía “que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente”, entre otras funciones.
Los comandantes rebeldes instaron además al presidente Iván Duque a retomar las conversaciones de paz para evitar un mayor derramamiento de sangre.
“La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos”, agrega el grupo guerrillero. según el cual, el mandatario ‘no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz’ que considera fue la tregua navideña que el ELN hizo entre los pasados el 23 de diciembre y 3 de enero.
Conforme al ELN, las Fuerzas Armadas “aprovecharon este cese para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones”.
“Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa”, indicaron.
Ante la gravedad del atentado del jueves, decenas de miles de colombianos, entre ellos el presidente Iván Duque, salieron a las calles en pueblos y ciudades para rechazar el terrorismo y manifestar su apoyo a la Policía Nacional.
El grupo guerrillero insiste en el artículo “en pactar un cese bilateral para generar un clima favorable a los esfuerzos por la paz”, pero no hace referencia alguna a las condiciones planteadas por Duque desde que asumió la Presidencia, el pasado 7 de agosto.
El mandatario enfatizó siempre en que, para retomar el diálogo, es necesario que el ELN libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y renuncie a esa y todas sus actividades criminales.
A pesar de que con el atentado las negociaciones en Cuba quedaron en punto muerto, el ELN pide a Duque“que envíe a su delegación de diálogos a la mesa, para darle continuidad al proceso de paz y a la construcción de los acuerdos que traemos desde el Gobierno anterior”.