La Comisión Reguladora de Energía detalla que el país sufre de saqueos de combustible en ductos de Pemex (Petróleos Mexicanos) a cargo de cárteles del narcotráfico, grupos especializados, bandas criminales, comunidades, gasolineros, empleados y ex trabajadores de la petrolera, empresarios y autoridades de seguridad pública sustraen los hidrocarburos.
La firma EnergeA, Proyectos de Energía del Grupo Atalaya, sostiene que el Cártel de Sinaloa, el del Golfo, Jalisco Nueva Generación y Los Zetas son los encargados de robar el combustible de la red de ductos de Pemex, lo que le costó a la empresa por lo menos 30 mil millones de pesos en el 2017.
La forma de operar de estas bandas es extraer los combustibles, los almacenan y los venden a empresas o los distribuyen a estaciones de gasolina.
El estudio detalla que hay grupos especializados que trabajan en células armadas y que tienen conocimientos técnicos y herramientas para hacer las tomas clandestinas.
Las bandas criminales son grupos que sustraen el producto con seguetas, marros y cinceles. Su falta de pericia técnica provoca gran parte de derrames e incendios en los ductos.
Las comunidades asentadas en inmediaciones de ductos roban combustible con jícaras, cubetas, botes o tinas cuando se presenta una fuga.
Golineros y empresarios son parte de la cadena al comprar y comercializar el combustible robado.
Y las autoridades de seguridad pública de los tres órdenes de gobierno brindan custodia y protección a otros actores en la sustracción ilícita.