Santos Laguna logró frenar la proeza del América sacando un empate a dos tantos en el Estadio Azteca y así clasificar a la final del torneo Clausura 2018 de la Liga MX al ganar la serie de semifinales por 6-3.
Los azulcremas comenzaban de la mejor manera el cotejo yéndose arriba apenas al 11’ con un penal cobrado en los botines de Cecilio Domínguez, esto luego de una falta aparentemente inexistente por parte de Alcoba sobre Henry Martín, la cual fue perfectamente ejecutada por el paraguayo americanista.
El gol cayó muy bien para los locales quienes se iban al ataque ante la incertidumbre de la zaga defensiva lagunera, encontrando el 2-0 rápido en el partido de nueva cuenta a balón parado, siendo Bruno Valdez que de cabeza acortó distancias en el global, faltándole al América solo un gol para amarrar su pase a la final.
Sin embargo, la casta de los Guerreros saldría a flote hasta la parte final de la primera mitad; esto cuando el uruguayo Jonathan Rodríguez, que dicho sea de paso estuvo en lugar del goleador santista Djaniny Tavares, al 41’ descontó para los de la comarca con una gran definición mano a mano con Marchesín tras un excelso pase filtrado de Brian Lozano, yéndose al entretiempo más tranquilos.
El complemento fue totalmente verdiblanco, el charrúa Rodríguez puso una pelota al travesaño asustando al conjunto capitalino quienes ya presentían una inminente eliminación.
El orden colectivo superó por mucho lo individual del América que ni con la entrada de Diego Lainez pudo mínimo lastimar al marco de Jonathan Orozco.
Con poco tiempo en el reloj Siboldi mandaría cambios defensivos, mandando a Jesús Isijara y Diego De Buen al campo, estos dos resolvieron el encuentro empatando el marcador al 88’, cuando el canterano de Pumas sirvió a Isijara, que definió con un potente derechazo pegado al poste lejano de ‘Marche’, finiquitando las cosas y darle al Santos el pase a la final.
Con esto los norteños confirmaron su gran momento y entraron por la puerta grande a la final, donde se medirán ante Toluca en lo que será su tercer enfrentamiento en dicha instancia, con favorecimiento para los diablos quienes se han impuesto en las últimas dos.