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Redacción/El Nacional

Los otorrinolaringólogos indican que bajo ningún punto de vista utilicemos hisopos para limpiar nuestras orejas.

¿Por qué? Es que al insertar un hisopo en el oído no hacemos más que empujar la cera hacia adentro. Esto hace que, además de crear un tapón auditivo, con el tiempo seamos propensos a infecciones y enfermedades auditivas como otitis, laberintitis, entre otras.

Además, la membrana timpática puede romperse si realizas un mal movimiento. Ten en cuenta que cuanto más toques tus oídos más estimulas a las glándulas para que produzcan cera.