Redacción/ El Nacional
Para los delfines la respiración es un acto voluntario, como ocurre con los hombres. Por esta razón han desarrollado un mecanismo de adaptación al océano que le permite que se duerma solo la mitad del cerebro.
Para lograr esta gran hazaña, el delfín apaga uno de sus hemisferios cerebrales, mientras que la otra mitad del cerebro, que permanece despierta. Durante estos periodos de sueño, los delfines ralentizan su metabolismo y el animal se queda totalmente inmóvil.
En algunas ocasiones se pueden ver como esto grandes mamíferos se quedan flotando en el agua, con un ojo abierto y una aleta que sobresale de la superficie del agua.