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José Daniel López/El Nacional

Desde perros, gatos, monos e inclusive una gacela, los egipcios, desde el Imperio Antiguo (2686-2173 a.C.) demostraron el gran afecto y la importancia hacia sus mascotas, representando su imagen ya sea en forma de escultura, relieve, o puntura.

Monkey_and_dog_mummies,_Cairo_Egyptian_Museum_01Durante el transcurso de sus vida, la mascota vivía cerca de su amo, en el interior de la casa y recibían toda clase de cuidados, hasta la hora de su muerte.

En le proceso se colocaba el cadáver sobre un mesa de embalsamar, aquí se extraían los órganos del cuerpo mediante una incisión practicada en el costado o en ocasiones se utilizaban fluidos disolventes que eran inyectados y destruían los órganos.

Posteriormente, las visearas eran enjuagadas y aromatizadas con líquidos especiales y puestas de nueva cuenta en la cavidad abdominal.

gatos-momificados-e1353405134337El cuerpo, previamente desecado con natrón y rellenado con mirara, canela y otros productos, ahora estaba listo para ser cubierto con ungüentos a basa de resinas, gomas u aceites perfumados y finalmente, se fajaba con vendas de lino.

Este proceso era muy costoso, por ello de dice que no cualquier mascota era momificada, solo las que eran consideradas muy importantes para sus amos. Incluso se han encontrado en varios sarcófagos amo y mascota para continuar su sueño eterno, tal es el caso de una gacela que al parecer perteneció a la princesa Isitemkheb u otro miembro de la familia del faraón Pinedyem, de la dinastía XXI.