Es probable que si ves una zanahoria que no sea naranja, pienses que se trate de un producto de mala calidad y que no es natural, sin embargo, la zanahoria naranja es el resultado de un cruce.
Y es que, si nos remontamos a los primeros registros de las zanahorias, tendríamos que hablar del año tres mil antes de Cristo en Afganistán cuando la hortaliza era amarilla por dentro y púrpura por fuera.
Pero, fue hasta el siglo XVI cuando Holanda era uno de los principales productores a nivel europeo y decidieron cambiarle el color para que coincidiera con el emblemático naranja de la Casa Real Holandesa de Orange.