Redacción/El Nacional.
La víbora de cascabel es reconocida como la serpiente más venenosa de Norteamérica pues algunas especies pueden alcanzar hasta 2,5 metros, pero así como pueden hacer daño, investigaciones revelan que gracias a su veneno se pueden curar muchas enfermedades.
Se distingue por tener en la punta de la cola una estructura córnea que produce un sonido peculiar al agitarla, el llamado cascabel; sus características varían mucho particularmente en tamaño y coloración, existe en todo el país y se han registrado veinticinco especies, algunas de ellas con subespecies todas venenosas, son serpientes habituales de la región aunque por extensión las hay en todo el continente americano, son fácilmente reconocibles por el característico cascabel en la punta de la cola.
El cascabel lo forman unos estuches córneos en el extremo de la cola que en caso de peligro les permiten emitir un sonido de aviso de que es peligrosa y quizá proteja la serpiente de ser pisada por los grandes mamíferos.
A continuación te presentamos algunos beneficios de este animal:
Ingo Wegener es un productor local que empezó a ser polvo de víbora cuando a su madre la diagnosticaron con cáncer de mama y quien cree que sus píldoras son extremadamente efectivas contra la enfermedad, contiene proteínas que pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico, permitiéndole luchar contra enfermedades como el SIDA y la diabetes, e incluso puede detener el crecimiento de tumores cancerosos o reducirlos.
La ingestión de la carne del animal, cocida, seca o en polvo se reporta para el tratamiento de acné, alergias, anemia, anginas, asma, artritis, cálculos biliares, cálculos renales, cáncer, ciática, cirrosis, cistitis, colitis, conjuntivitis, diabetes, diarreas, enfermedades venéreas, enfermedades eruptivas, hemorroides, hinchazones, impotencia sexual, leucemia, lumbago, mal del pinto, mareos, mezquinos, piorrea, quebraduras, reumas, sarna, torceduras, tumores, úlceras y varices.
La grasa es amplia mente recomendada, en especial para el tratamiento de trastornos músculo-esqueléticos como los derivados del cansancio, dolor de espalda, huesos y piernas, lumbago, quebraduras, reumas, torceduras y otros padecimientos atribuidos a la frialdad (3) (6).
Los colmillos del animal son utilizados por los curanderos de la península de Yucatán para la extracción de sangre, procedimiento muy común para el diagnóstico y alivio de algunas enfermedades.