La revista Plos One reveló que el uso excesivo de los teléfonos inteligentes está afectando la postura, la forma de caminar, la visión y hasta los reflejos en las personas.
El estudio llevado acabo con 30 voluntarios de las universidades de Bath, Inglaterra y Texas, EEUU. La investigación apuntó que las personas que usan sus celulares al caminar tienden a acortar la longitud de sus pasos.
También se descubrió que las personas disminuyen el riesgo de tropezarse mientras caminan con su teléfono inteligente, pues los pasos cortos crean un hábito que reduce el riesgo de accidentes. El cerebro al procesar dos actividades al mismo tiempo, genera consecuencias en los reflejos innatos.
Como concluye el artículo, las personas están adoptando una postura más encorvada, lo que genera malestar en la columna y afecta el equilibrio. También, se reduce la capacidad de visión al enfocarse en los contenidos del teléfono, para no percatarse de lo que pasa a su alrededor.