Redacción/El Nacional
Una investigación realizada por la Universidad de Nueva Gales del Sur asegura que la tristeza y mal humor mejoran la capacidad de juzgar a otros e incrementan la memoria además, las personas con esas características tienen mayor capacidad para argumentar, mientras que los optimistas tienen más facilidad para crear, imaginar y cooperar.
Por otro lado, el profesor Joseph Forgas afirmó que el mal humor mejora la atención y facilita un pensamiento más prudente y que estas personas procesan mejor la información en situaciones difíciles por lo que tienen mejores respuestas ante la vida.