Redacción/El Nacional
Especialistas alemanes difundieron una investigación que puede servir para los desprevenidos de todo el mundo, que gustan de disfrutar de las burbujas del champagne.
Físicos de la Universidad Técnica de Clausthal consiguieron medir la velocidad con que es despedido un corcho de una botella de champagne que ha sido agitada, y precisaron que alcanza los 40 kilómetros por hora, según consignó la agencia de noticias dpa.
La fuerte velocidad no da tiempo a ponerse en resguardo, previno un portavoz de la universidad. Quien se encuentre a tiro no podrá agacharse a tiempo después de haber escuchado el sonoro y característico ruido del descorche, destacó.
Este estudio permite alertar y prevenir los típicos problemas en los ojos que producen los destapes de botellas, puesto que miles de personas en el mundo deben acudir a hospitales por heridas sufridas tras el destape del champagne.