Está demostrado que el exceso de dulces puede ocasionar diversas enfermedades mentales, como el Alzheimer y la esquizofrenia.
Consumir azúcar en cantidades muy grandes altera el metabolismo, aumenta la tensión arterial e incluso afecta al cerebro, pues contribuye a la destrucción de neuronas.
Esto propicia la aparición de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
El azúcar también puede empeorar los síntomas de la esquizofrenia, ya que suprime la actividad de una hormona llamada BDNF, responsable del crecimiento cerebral y de mantener estable la salud neuronal.
La ingesta de dulces produce una serie de reacciones químicas que provocan inflamación crónica en las neuronas y ocasionan desgaste mental.
El exceso de azúcar es responsable de generar problemas de depresión, ansiedad y pérdida de memoria. Por estos motivos, es recomendable reestructurar nuestra alimentación e intentar reducir las dosis de azúcar que consumimos día a día.