Redacción/El Nacional
Comer uvas disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatía isquémica y ateroesclerosis, ya que contienen una sustancia llamada “flavonoide” que ayuda a limpiar la sangre en las arterias e impide la formación de placas de colesterol.
La pigmentación de la cáscara de uva es la que contiene las propiedades cardioprotectoras, por lo que entre más oscura sea, mayor cantidad de flavonoide tendrá.
También tiene propiedades anticancerígenas, debido a que ayuda a “atrapar y a controlar el exceso de radicales libres”, sustancias que se han relacionado con la formación de tumoraciones malignas, y aunque las tenemos en el organismo en grandes cantidades son nocivas.
Se requiere mantener un programa integral de nutrición y de ejercicio físico permanente: consumir alimentos bajos en grasas de origen animal, vegetales, cereales y frutas, carne en poca cantidad y beber dos litros de agua diariamente.
Además de practicar algún deporte, por lo menos una caminata diaria de 20 minutos para fortalecer y oxigenar el músculo cardíaco.